El Genocidio Silencioso en números: Al menos 138 muertes indígenas entre 2007 y 2017 en Argentina.
En el marco de la conmemoración de La semana de los Pueblos Originarios (19 a 25 de Abril), compartimos los resultados de la investigación que articula el proyecto artístico y contrainformativo El genocidio Silencioso.
Para la realización de la base de datos que articula el proyecto El Genocidio Silencioso, hemos realizado una investigación sobre las muertes indígenas desde el año 2007 hasta el 2017, inclunsive, en el territorio argentino.
La información de cada uno de los casos fue extraída de diferentes fuentes gráficas, medios periodísticos a nivel nacional, provincial o local, redes sociales, medios alternativos, medios e informes de organizaciones sociales y de Derechos Humanos y fuentes allegadas a las víctimas. Cabe aclarar que dado que el tema investigado carece de relevancia para la gran parte de los medios de comunicación, el trabajo ha sido arduo; por lo cual cualquier error en alguno/s de los datos que conforman el registro de casos, no ha sido mal intencionado ni modificado con ningún tipo de fin más que el de contar lo que acontece.
El fín principal del proyecto es el de visibilizar el genocidio indígena actual, así como también conformar un registro sistematizado de los casos. Creemos firmemente en la memoria como motor para alcanzar la verdad y la justicia para nuestros pueblos.
Gráfico 1:
En primera instancia, hemos clasificado y ordenado los casos cronológicamente según el año en el que acontecieron.
Los resultados fueron los siguientes:
-El total de casos encontrados en el período 2007-2017 (inclunsive) fue de ciento treinta y ocho (138) casos.
- En el primer año investigado (2007) hubo cuatro (4) casos encontrados. Resultando éste el período con menos cantidad de casos. Sin embargo, consideramos que el hecho se debe a la falta de información o acceso a ella, teniendo en cuenta variables tecnológicos como internet y las redes sociales.
-El año dosmiltrece (2013) emerge como el período con mayor cantidad de muertes de integrantes de Pueblos Originarios (P.O): Veinticuatro (24) casos encontrados.
-En segúndo lugar en relación a la cantidad de casos, encontramos al año dos mil quince (2015) con veintiún (21) muertes.
-En el último año estudiado, dos mil diecisiete (2017) se han registrado trece (13) casos de muertes en P.O
Para ordenar la información y así poder detectar la sistematización en el ejercicio genocida contra los Pueblos Originarios, hemos creado seis (6) categorías que engloban los ciento treinta y ocho (138) casos, dependiendo del contexto en el que se dio la muerte y/o la causa del fallecimiento. Resultando las siguientes:
-Asesinato. En esta categoría entran todos aquellos casos en los que el asesino fue una persona civil o un grupo de personas civiles.
_Violación seguida de muerte. En esta categoría entran aquellos asesinatos que se ven agravados por abusos sexuales o violaciones.
-Asesinato por parte de las fuerzas represivas del Estado. En esta categoría entran aquellas muertes que se dieron en contextos de represión policial, muertes en instituciones de alguna de las fuerzas y muertes en las que el asesino respondía a alguna de ellas. A su vez se enmarcan aquí también, los casos en los que las armas o vehículos utilizados para asesinar respondían a la propiedad de alguna de las fuerzas represivas.
-Accidente dudoso. En esta categoría se encuentran aquellas muertes dónde los hechos no han sido claros, sino que se han servido de la complicidad judicial y política para hacerlos pasar como un “accidente” (generalmente de tránsito) y no como realmente fue. En el norte del país es una práctica
bastante común y son los mismos miembros de las comunidades quienes lo denuncian como tal.
-Salud. En esta categoría entran todos los casos en las cuales las victimas perdieron la vida por causas evitables de salud. Entendemos que la desidia del Estado en materia de salud en comunidades indígenas es un accionar genocida, así como también lo es no respetar los derechos humanos básicos para la obtención de alimento y agua por parte de los integrantes de P.O y violando sistemáticamente los derechos universales del niño, entre otros, no asegurando la posibilidad de desarrollar una vida digna y en un ambiente sano.
- Otros. En esta categoría se encuentran aquellos casos que, por sus particularidades, no pueden ser agrupados en ninguna otra categoría. En la mayoría de los casos, son muertes que tienen relación con el avance del modelo extractivista, el cual no sólo contamina y mata, sino que también expulsa a los miembros de las comunidades originarias de sus territorios.
En el Gráfico nº2 observamos la cantidad de casos por categoría. Mientras que en el Grafico nº 3 vemos la información expresada en porcentajes en relación a un total de ciento treinta y ocho (138) casos encontrados.
Gráfico nº4:
El genocidio Silencioso pretende hacer hincapié en las identidades de cada una de las personas que conforman el registro de casos, por lo cual creemos necesario resaltar la pertenencia de cada una de las víctimas a un pueblo indígena determinado; con su cultura propia, su cosmovisión y su relación con el territorio que habitaban.
El gráfico muestra el porcentaje de casos según al pueblo al que pertenecían y el mismo da como resultado lo siguiente:
- La mayor cantidad de casos encontrados fueron en el Pueblo Qom con un porcentaje del 49% que equivale a sesenta y siete (67) muertes en el periodo estudiado por sobre un total de ciento treinta y ocho (138) casos encontrados.
-En segundo lugar se encuentra el Pueblo Wichí con el 36% de los casos, equivalente a cuarenta y nueve casos (49) por sobre un total de ciento treinta y ocho (138) casos encontrados.
-En tercer lugar se encuentran los casos que no pudieron ser agrupados bajo ningún pueblo específico por falta de información. Resultando el 9% de los casos, traducidos en trece (13) muertes por sobre un total de ciento treinta y ocho (138) casos.
- El 2% de los casos corresponden a integrantes del Pueblo Nación Mapuche, que equivale a tres (3) casos encontrados sobre el total.
-Finalmente con el 1% de los casos, se han registrado dos (2) casos correspondientes a personas del Pueblo Lule y dos (2) casos en el Pueblo Diaguita. Y un (1) caso en el Pueblo Mbya Guaraní y un (1) caso en el Pueblo Pilagá.
Este tipo de información nos sirve para detectar la violencia sistemáticamente ejercida en ciertas zonas geográficas del país. No es casual que el mayor porcentaje de muertes se de en zonas en las que los pueblos que allí habitan hayan sido los que sufrieron las silenciadas masacres indígenas del Siglo XX (Masacre de Napalpí-1924- y Masacre La Bomba -1947). Fueron precisamente estos pueblos los que supieron ser mano de obra esclava durante el auge de la industria algodonera y azucarera. Y era allí dónde funcionaban las llamadas “reducciones aborígenes” controladas por el Estado nacional.
Por lo tanto, nos parece al menos imprescindible preguntarnos sí lo que acontece hoy no es una continuidad de ese genocidio del S. XX. Según ciertos autores existe lo que se llama “Etapa de realización simbólica del genocidio”, la cual indica que sí no se modifica la estructura genocida- es decir, si las condiciones que sirvieron como excusa para efectuar un genocidio con anterioridad no cambian – ésta continua solapada, pero continua. ¿Acaso la estructura feudal, esclavista, despojadora y racista en el norte argentino desapareció? Algunos podrán decirnos que sí, pero nosotros creemos que lo que hizo fue disfrazarse de eufemismo y de nuevas tecnologías e industrias…porque el auge sojero es sinónimo de muerte.
Gráfico nº5:
En esta imagen vemos graficado el porcentaje de casos según a la provincia de Argentina a la que pertenecían las víctimas. Claramente, los porcentajes se corresponden con el gráfico anterior, ya que los pueblos con mayor cantidad de muertes residen en dichas provincias.
Los resultados posicionan a la provincia de Chaco con el mayor porcentaje (41% de los casos) que equivale a cincuenta y seis (56) casos por sobre un total de ciento treinta y ocho (138). Le sigue Salta con el 30% de los casos, teniendo cuarenta y dos (42) muertes indígenas en su jurisdicción y en tercer lugar encontramos a Formosa con veintiun (21) casos que se traducen en el 15% de la totalidad. Le siguen Buenos Aires con el 4%, es decir cinco (5) casos, Jujuy con el 3% y cuatros (4) casos encontrados, Santiago del Estero con el 2% y tres (3) casos, para terminar con Neuquén, Río Negro,Santa Fe, Misiones y Tucumán con un (1) caso cada una.
Gráfico º 6 y nº7:
Este gráfico nos muestra uno de los resultados más alarmantes:
- El 43% de los casos son de niños y niñas entre cero (0) y cinco (5) años de edad.
Cincuenta y nueve (59) muertes de niños y niñas indígenas entre dos mil siete (2007) y dos mil diecisiete (2017). Particularmente sabemos que el número es mayor, pero al momento de la investigación no hemos encontrados los datos suficientes (nombre, edad, pueblo) como para ser expuestos en este trabajo. Esto nos da cuenta del genocidio indígena vigente, ya que una de los actos característicos de cualquier genocidio es el de impedir nacimientos en los senos del grupo a exterminar, o atacar a los integrantes de infancia temprana (Ver Gráfico Nº7). Sí el grupo va perdiendo sus nuevos integrantes, el genocidio va cumpliendo su fin de impedir la prolongación de la existencia de los grupos étnicos que pretende exterminar.
Gráfico nº 8:
El último gráfico hace referencia al porcentaje según el género de la víctima.
Nos sentimos en la necesidad de aclarar que el carácter binario (varón-mujer) en las categorías de éste gráfico, sólo son a modo de ordenamiento descriptivo y de estudio para obtener un dato general de los casos registrados. Asumiendo que desconocemos la percepción subjetiva que cada uno/a de las víctimas tenía sobre su propio género.
Resultando:
- El 62% de los casos encontrados son varones. Equivalente a ochenta y seis (86) casos de un total de ciento treinta y ocho (138) casos.
- El 31% de los casos son mujeres. Equivalente a cuarenta y tres (43) casos de un total de ciento trenta y ocho (138) casos.
-En el 7% de los casos se desconoce el género binario. Equivalente a nueve (9) casos de un total de ciento treinta y ocho (138). Esto se debe a que en varios casos no hemos encontrados la identidad (nombre) de las víctimas, ni ningún dato que aporte ese tipo de consideración, por lo cual varios fueron identificados al momento del registro como “N.N” o con el apellido familiar.
------------------------------------------------------------------------
El Genocidio Silencioso pretende ser una herramienta para la visibilización de estos hechos, pero a su vez una base de datos para la memoria colectiva de nuestros pueblos, por lo cual llamamos a todos y a todas a que si conocen casos que se enmarcan dentro de lo que podría ser la investigación y/o consideran que alguno/s de los datos deben ser revisados, no duden en contactarnos. Como ya hemos mencionado, creemos firmemente en que a la memoria la construimos entre todos. No permitamos que los sectores del poder hegemónico reproduzcan sólo una parte de la realidad y de nuestra historia. No permitamos que el silencio se siga perpetuando...porque mientras el silencio reina, nuestros hermanos y hermanas siguen siendo asesinados.
Se agradece la circulación y la difusión de esta información.